El sector de la construcción fue uno de los primeros en reaccionar tras la salida del aislamiento e incluso logró un movimiento interesante en la rama privada durante los meses más duros de pandemia.
Sin embargo, hoy hay 2.443 constructoras activas menos que antes de la llegada del Covid, lo que representa una caída del 10% en la cantidad de empresas en funcionamiento, según un informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric).
En febrero de 2019 había 23.778 constructoras activas en Argentina. Dos años más tarde el número bajó a 21.335. Eso no significa necesariamente que las firmas hayan cerrado definitivamente, pero sí deja en evidencia que al menos hoy no están participando de ninguna obra.
¿Mayor concentración?
El dato de la cantidad de empresas constructoras trabajando en el país muestra cierta contradicción con los índices de actividad de ese sector.
De acuerdo a los valores publicados por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), en todo 2019 -último año antes de la pandemia- se despacharon 11.103.556 toneladas de cemento en Argentina. Lejos de caer, en todo el 2021 se consumieron 12.125.405 toneladas de ese material (9,2% más). Un análisis un poco más minucioso muestra que el crecimiento se dio tanto en la parte pública como en la privada.
La misma tendencia se mantuvo en el primer bimestre de este año. En enero se cortó una racha de 16 meses consecutivos de crecimiento, pero en febrero hubo un nuevo repunte de la actividad.
En síntesis hay más trabajo para menos constructoras. Gerardo Fernández, presidente de la Confederación de Pymes Constructoras de la Argentina (CPC), explicó que esto se debe a que una gran cantidad de firmas cerraron durante los meses más duros de la pandemia.
“Las grandes corporaciones se manejan de una forma particular. Cuando las cuentas no dan, echan gente y frenan las obra. Las constructoras pymes generan un vínculo con sus empleados y en la vorágine de la cotidianidad, no se mantienen tan informadas. Por eso sigue intentando traccionar cuando la situación es crítica y se terminan estrellando”, comentó.
“Por ese motivo es que durante la pandemia se perdieron más de 2.000 pymes en todo el país y lo más probable es que ya no vuelvan a abrir. Una constructora tarda muchos años en hacerse, porque requiere de antecedentes para hacer cualquier obra y más aún si es especializada”, remarcó el empresario.
Se mostró de acuerdo el economista Carlos Rodríguez. “Las empresas con más espalda aguantaron mejor la época de pandemia. Muchas firmas chicas se quedaron en el camino y ya no se recuperaron”, analizó.
Las estadísticas confirman la lectura de Fernández y Rodríguez. En la evolución histórica de la cantidad de empresas activas, se puede observar que el “pozo más profundo” se dio justamente entre mayo y julio del 2020, cuando la obra pública se frenó a cero y regía el Aislamiento, Social, Preventivo y Obligatorio.
En ese momento el número de empresas activas llegó a bajar hasta las 14.000. Con el correr del tiempo las firmas se fueron recuperando, pero muchas no volvieron a abrir.
Las provincias más frenadas
Si se analiza la evolución de la cantidad de empresas constructoras por provincia, se encuentra un panorama similar en casi todo el país, pero con algunas jurisdicciones más afectadas que otras.
En términos porcentuales hay dos provincias que sobresalen por sus malos resultados. Se trata de La Rioja y Mendoza, que sufrieron caídas del 23% y 22% respectivamente en la cantidad de firmas en actividad.
No fue mucho mejor el desempeño de Provincia de Buenos Aires, que sufrió una retracción del 16%. Si bien no fue la baja porcentual más grande, sí fue la más significativa en cantidad de empresas, ya que en esa jurisdicción dejaron de funcionar 1.114 compañías de las 7.187 que había en febrero de 2019.
CABA, por su parte, pasó de 4.639 firmas constructoras activas en 2019 a 4.298 en la actualidad. En ese caso la baja fue del 7%.
Las únicas dos provincias que mostraron valores positivos fueron San Juan y Catamarca, aunque sus resultados no alcanzan a mover la aguja del total nacional. La provincia cuyana incorporó 10 constructoras en el período analizando, llegando a un total de 429, mientras que Catamarca sumó 28 nuevas empresas, alcanzando las 211.
Fuente: Clarín
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